Cruyff
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La lucha contra la piratería acaba de marcar un precedente en los tribunales. El Tribunal de Distrito de Tokio ha fallado este miércoles a favor de las cuatro grandes editoriales japonesas: Kodansha, Kadokawa, Shueisha y Shogakukan. El perdedor de esta batalla fue la empresa estadounidense de infraestructura de internet Cloudflare, que ha sido declarada responsable por facilitar la distribución de manga ilegal a gran escala.
La sentencia reconoce que las editoriales sufrieron daños estimados en 3,6 mil millones de yenes (casi 24 millones de dólares). Sin embargo, dado que la demanda inicial solo reclamaba una fracción de esos daños, se ordenó a Cloudflare pagar un total de 500 millones de yenes (aproximadamente 3,3 millones de dólares). El fallo establece que la compañía estadounidense falló al no implementar procedimientos de verificación de identidad más estrictos, permitiendo que sitios piratas operaran bajo un fuerte anonimato.
El núcleo del problema radica en que Cloudflare continuó prestando sus servicios CDN (red de entrega de contenido) a sitios masivos que alojaban más de 4000 títulos no autorizados, incluyendo obras titánicas como One Piece, Shingeki no Kyojin y Kingdom. Estos portales registraban unas 300 millones de visitas mensuales. A pesar de recibir múltiples avisos de retirada y órdenes judiciales, la empresa no detuvo el soporte a la distribución de contenido infractor.
En un comunicado conjunto, las editoriales celebraron la decisión, enfatizando que si bien los servicios CDN son útiles, su mal uso permite la piratería a escala industrial. Esperan que este fallo sirva para prevenir futuros abusos y proteger los derechos de los creadores.
La sentencia reconoce que las editoriales sufrieron daños estimados en 3,6 mil millones de yenes (casi 24 millones de dólares). Sin embargo, dado que la demanda inicial solo reclamaba una fracción de esos daños, se ordenó a Cloudflare pagar un total de 500 millones de yenes (aproximadamente 3,3 millones de dólares). El fallo establece que la compañía estadounidense falló al no implementar procedimientos de verificación de identidad más estrictos, permitiendo que sitios piratas operaran bajo un fuerte anonimato.
El núcleo del problema radica en que Cloudflare continuó prestando sus servicios CDN (red de entrega de contenido) a sitios masivos que alojaban más de 4000 títulos no autorizados, incluyendo obras titánicas como One Piece, Shingeki no Kyojin y Kingdom. Estos portales registraban unas 300 millones de visitas mensuales. A pesar de recibir múltiples avisos de retirada y órdenes judiciales, la empresa no detuvo el soporte a la distribución de contenido infractor.
En un comunicado conjunto, las editoriales celebraron la decisión, enfatizando que si bien los servicios CDN son útiles, su mal uso permite la piratería a escala industrial. Esperan que este fallo sirva para prevenir futuros abusos y proteger los derechos de los creadores.



