Cruyff
★ 14 ★
Desde ya aviso que hay spoilers inevitables en las descripciones de cada manga y en algunas de los jugadores. No voy a dejar links de descarga, pero los interesados en leer el manga les recomiendo buscar en Google captain tsubasa fansite by shinji, está completo en inglés y actualizándose bastante rápido al salir cada capítulo.
Captain Tsubasa es una serie de mangas escrita por Yōichi Takahashi que comenzó a publicarse en la Shōnen Jump en el año 1981 y terminó en ... ¡esperá! ¿Cómo que todavía no terminó? Pues no, continúa en lo que vendría siendo el séptimo (o sexto, según se tomen juntos el del Calcio y La Liga) de esta hermosa y fantasiosa saga de fútbol. Puede que muchos lo conozcan por Oliver y Benji o Súper Campeones pero, no se preocupen, voy a intentar hacer referencias a algunos nombres no originales para que puedan orientarse.
Por los años en los que el autor sentía una ferviente pasión hacia el fútbol, en Japón no le daban gran importancia y todavía era amateur. Su país no clasificaba a mundiales, es decir, ni hacía buenos papeles en la Copa Asia. Es curioso que el objetivo del mangaka era popularizarlo y... ¡lo consiguió! Desde la década del 80, su idea fue apoyada por el gobierno japonés y, con bastante paciencia (la misma que caracteriza a los nipones), comenzó a crecer hasta convertirse en su deporte número uno, al contrario de lo que muchos pueden pensar superando al béisbol o al sumo. Allá se le llama "sakka", una derivación mal pronunciada de la palabra norteamericana "soccer".
De la mano del héroe Tsubasa Ozora, cada vez más niños y adolescentes se involucraron en el fútbol. Siempre hubo una gran admiración de los orientales hacia Brasil, los grandes reyes, y cuando el astro Zico fue a Kashima en 1991 terminó de concretarse una relación responsable del auge exponencial que derivó en la J-League, en el traspaso de más jugadores sudamericanos hacia ella, de la misma forma que japoneses a Europa. Que el sueño de Tsubasa sea irse con Roberto a jugar a Brasil como profesional ya no parece tan descabellado, pero en los 80 era más utópico que realizar los disparos acrobáticos de los gemelos Tachibana. ¡Incluso ahora existe un club llamado Nankatsu SC en las categorías menores!
Tsubasa Ozora era un pequeño que desde bebé sintió una fuerte atracción por la pelota de fútbol. Rodaba sobre ella cuando todavía gateaba, dio sus primeros pasos pateándola y, como si fuera poco, lo salvó de la muerte al ser atropellado por un automóvil en un descuido de sus padres gracias a que se interpuso entre él y el vehículo. En esos tiempos no había muchos niños que se interesaran por ese deporte, tal cual la realidad, así que creció bastante solo y siendo visto como un rarito que tenía todo el día la pelota "atada" al pie por la calle, subiendo una escalera, llevándola a la escuela, etc. El padre era un importante capitán de barco que está la mayor parte de su vida navegando, así que vivía con su madre y juntos se mudaron a Nankatsu. En los primeros días en su nueva ciudad, salió a regatear con la pelota para conocerla y de casualidad se encontró con un enfrentamiento de dos escuelas. La disputa era para ver a quién le pertenecía un campo de deportes ya que Shutetsu (San Francis) tenía su predio y los del Nankatsu (Niupi) creían mal que le acaparen todo dejándolos sin nada. Entonces TODOS los clubes deportivos de éstos últimos retaron a un duelo al arquero Genzo Wakabayashi, capitán del equipo de fútbol de Shutetsu. Genzo acepta que solo les dejará el campo de entrenamiento si logran hacerle un gol con la pelota del deporte que sea. Los intentos de los jugadores de rugby, béisbol, entre otros, se vieron totalmente frustrados ante tremendo guardameta. Tsubasa, encantado con el espectáculo, entra en escena sin que lo llamen e intenta convertirle sin conseguirlo. Fue la pelota que más le costó agarrar a Genzo y solo pudo rechazarla. Un borracho que pasaba por ahí estaba tan maravillado como nuestro lanzado protagonista, tomó el rebote y mandó un centro para que Tsubasa finalmente termine consiguiendo un gol... y que Genzo se rompa la frente contra el palo al intentar evitarlo. El orgulloso portero no reconoció su derrota pero sí cumplió su promesa. Nankatsu, encabezado por su capitán Ryo Ishizaki, ahora tenía un lugar donde entrenar, pero... ¿completaban 11 jugadores? ¿Tenía entrenador?
Nació una nueva amistad en la ciudad, se trataba de Tsubasa e Ishizaki, quien accede a darle un tour por la zona y le presenta a sus nuevos compañeros de escuela y de equipo. A decir verdad, todos, incluido el capitán, son un desastre e incapaces de dar un pase o dominar la pelota con su pie, pero Tsubasa se alegra de encajar en un grupo con los mismos gustos que él. En cuanto al entrenador, ¿recuerdan el borracho mencionado? Resulta que se trata de una leyenda del fútbol brasilero, Roberto Hongo, alguien que debió abandonar el deporte debido a su desprendimiento de retina provocado por un choque en pleno partido. Al ver las ganas de triunfar de los pequeños, accede a ayudarlos. Como si fuera arte del destino, estaba buscando la residencia de los Ozora ya que viajó a Japón por recomendación del padre de Tsubasa para hacerse controlar la vista. Ahora tendrán que prepararse para el festival escolar y derrotar en un 11 vs 11 a Shutetsu.
Tsubasa Ozora (Oliver)
El nuevo genio del fútbol, el niño capaz de aprender todas las técnicas de los demás, reproducirlas y mejorarlas. El hecho de encontrarse con Roberto, una estrella a nivel mundial, hace que su nivel rompa los límites posibles de su edad, perfeccionando la chilena y ejecutando el tiro con efecto.
Genzo Wakabayashi (Benji)
Si hay un genio, ¿por qué no puede haber dos? Genzo también lo es en lo suyo gracias a su autoexigencia. Odia más que nada en el mundo que le metan goles y se jacta de tener valla invicta en el anterior torneo nacional de escuelas primarias.
Ryo Ishizaki (Bruce)
Así como Tarzán tiene a Chita, ¡Tsubasa lo tiene a Ishizaki! Es el primer amigo que hace el protagonista. Empezó jugando de delantero porque era el único capaz de hacer goles, aunque sea de casualidad y si por suerte no eran en contra. Luego, su tenacidad lo lleva a ser un buen defensor.
Roberto Hongo
La última gran estrella retirada del fútbol de Brasil. Jugaba para el San Pablo y la selección nacional con su flamante número 10. La depresión por tener que abandonar su pasión de un día para el otro por un accidente lo llevó a buscar un mal refugio en el alcohol.